Un proyecto de CESCOS

El estrecho de Taiwán es uno de los principales espacios donde las sociedades abiertas disputan hoy su supremacía simbólica. Hasta hace pocos años Hong Kong era también una de esas vanguardias donde el capitalismo demostraba la íntima relación entre innovación y respeto a las libertades individuales y a los derechos humanos. Aquello que occidente, particularmente los Estados Unidos, no ha podido hacer en Hong Kong, tendrá que hacerlo en Taiwán. Como acaba de sostener Niall Ferguson, historiador del Hoover Instiution de la Universidad de Stanford, “A Taiwan Crisis May Mark the end of the American Empire”, tal es el contundente título de su artículo publicado por Bloomberg a mediados de marzo.