Un proyecto de CESCOS

La victoria de Joe Biden en las elecciones del pasado 3 de noviembre no solo ha significado el fin de uno de los períodos presidenciales más anómalos de la historia contemporánea sino el regreso del viejo establishment del Partido Demócrata. Esto no tenía por qué ser así. Como hemos mencionado en este espacio editorial, la coalición que ha llevado a Biden al poder refleja un ala moderada, un ala radical y una pequeña (pero a la postre decisiva) expresión de republicanos que no se sienten representados por Trump o, más aún, que han sentido un fuerte rechazo y lo consideran como un peligro para la supervivencia del partido. Paso seguido, era posible pensar que el gabinete de Biden reflejaría una delicada combinación entre ambas alas. Sin embargo, eso no ha sucedido. Por el contrario, el gabinete y los principales asesores no solo representan al ala moderada sino que representan al establishment demócrata que formó parte de la administración Obama (2008- 2016). En un punto, la administración en ciernes es mas “Obamanista” que “Bidenista”.