#China
El martes 22 de agosto, CESCOS organizó en conjunto con el Frente Hemisférico por la Libertad, una conferencia titulada “El desafío de la inminente declinación de China”, en la cual expusieron tres disertantes, Pedro Isern, director ejecutivo de CESCOS, Marcos Falcone, politólogo de la Fundación Libertad y René Bolio, presidente de Justicia Cuba. El tema de la conferencia fue analizar las repercusiones que tendría sobre las sociedades abiertas un posible estancamiento, y eventual declinación de China.
Marcos Falcone fue el primero en tomar la palabra, “las noticias que escuchamos todos los días sobre China son sobre economía, si la economía crece o no crece, si tiene deuda o no tiene deuda, pero su característica más importante es su régimen político y específicamente la dictadura del partido comunista que está en China en este momento”. Lo que realmente sorprende, mirándolo desde afuera, es que es un régimen que no muestra fisuras, donde no se registra una oposición que sea políticamente relevante, al contrario, el monopolio del partido comunista y de Xi Jinping es absoluto. “El partido comunista chino ha sido bastante exitoso en mantener su régimen político”. La prioridad de Xi Jinping hoy es el control político sobre su economía, es por eso que puede explicarse en cierta forma el declive de su economía en los últimos años, que no ha crecido como lo venía haciendo.
Pedro Isern comienza planteando una pregunta que guiará toda su presentación “¿Por qué hemos comenzado a discutir sobre el inminente estancamiento e inclusión declinación de China?”. Para Isern, hay cuatro factores que responden a esta interrogante. El primero de ellos es la cuestión demográfica, que es un problema que no se puede resolver a corto plazo, “la implosión demográfica china no tiene antecedentes en la historia moderna”. El segundo problema refiere a sus problemas económicos, que si bien existen ciclos económicos y crisis económicas que están presentes en todos los países, en el caso de China, según Isern, estos problemas tienen una dimensión estructural. El tercer factor es la cuestión política, “Xi Jinping ha cambiado la reglas de juego”, si se mantiene en el poder eso supondrá un problema estructural de un régimen que era represivo pero previsible.Y el último factor es la opacidad estadística, la ausencia de información, la explícita vocación del régimen por tapara y mentir sobre información, como una condición hace muy difícil enfrentar los anteriores desafíos estructurales.
Por último René Bolio plantea “¿cómo podemos hablar de que China tiene un declive?, hay varios elementos en los cuales podemos claramente observar que China ya no está siendo lo que era o lo que nos hizo creer que era”. El crecimiento económico es mucho más lento, es el ritmo más lento registrado desde su boom a principios de 1990. Por otra parte, también sabemos que la desigualdad ha crecido mucho, “el 1% de los hogares controla el 30% de la riqueza nacional”, lo que ha generado mucho descontento a nivel social pero también dentro del partido comunista chino. Bolio también se refirió a su política exterior, “sus relaciones con Rusia están en una posición muy difícil”, y se ha acercado mucho a las dictaduras en nuestro continente, ya sea en Venezuela, Cuba o Nicaragua, y en el mundo para “entrar en una espiral de complicidad”.
“El declive chino en la región se va a sentir, se está sintiendo, y hay que buscar las maneras de que no nos afecte y que si nos afecta lo haga de la menor manera o de la mejor manera”
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