Está disponible un nuevo número del Newsletter quincenal sobre ¿qué pasa en los Estados Unidos?
Un proyecto de CESCOS
Una preocupación recorre occidente: la incipiente alianza entre Rusia y China. La mayoría lo ve como un problema. Sin embargo, parece razonable verlo como un sinceramiento que puede representar una posibilidad. Si bien no es una buena noticia en sí mismo que las dos sociedades cerradas más poderosas del mundo acuerden una histórica alianza contra las democracias liberales, por otro lado es un proceso que a la vez delimita y explicita aquello que ha estado latente en la última década. Ante ese escenario, se acabarán las excusas y explicaciones para muchos actores relevantes de occidente: ahora es evidente, por si todavía hiciera falta, que no hay posibilidades en el corto mediano plazo de buscar puentes y nexos con regímenes represivos por el mero hecho de ser mercados importantes donde se pueden hacer muy buenos negocios. La destrucción de Ucrania hoy es la consecuencia de los buenos negocios de ayer que occidente realizó con Putin.