El pasado jueves 11 de agosto, CESCOS en conjunto con DemoAmlat, Cultura Democrática y Fundación Free organizó un evento en la Universidad de Belgrano titulado “América Latina: entre la autocracia y el populismo”. Este fue un necesario encuentro entre diferentes académicos, activistas y especialistas de la región, para discutir acerca de los principales desafíos que enfrenta la democracia en el continente.
Pablo Viana, diputado nacional de Uruguay, fue quien abrió este panel remarcando los tiempos difíciles que estamos atravesando, en los cuales “la democracia y los valores republicanos se ven amenazados a lo largo y ancho del mundo”. Los conflictos que afectan a Occidente como la Guerra en Ucrania, el conflicto entre China-Taiwán, la frágil posición de Europa y la confusión que tiene Estados Unidos frente a una política internacional “profundamente ideologizada y errática” son, según Viana, las consecuencias de un problema más amplio que aqueja al mundo Occidental y que no ha podido resolver en el siglo XXI, que es la crisis de liderazgo. En América Latina, más allá de estas inestabilidades que vemos a nivel global, sufrimos de una gran decadencia de la calidad institucional, que amenaza directamente a la estabilidad democrática. En relación al caso concreto de Uruguay, Viana opina que en el país “aún queda un resabio de respeto y temor a lo que es la pérdida de la vida democrática”.
Por su parte, Pedro Isern, director ejecutivo de CESCOS, hizo referencia a los peligros que representa la relación, presencia e influencia de China en la región, haciendo hincapié en el tratado de libre comercio a firmarse con Uruguay. Según Isern, es importante tener en cuenta que en el pasado China no se entrometía en la calidad de la democracia e instituciones de la región, pero que eso está “aceleradamente cambiando”. En el caso de Uruguay, el TLC con China se entiende como una forma de obtener una ventaja comercial en el corto plazo, evitando los perjuicios porque Uruguay tiene la calidad institucional suficiente para luchar contra el problema de la injerencia china. Para Isern, esta visión del TLC es sumamente “superficial e ingenua”.
Micaela Hierro, presidenta de Cultura Democrática, aludió a la situación política de la región caracterizada por un receso de la calidad democrática, “hace 15 años Cuba era la única dictadura en la región, hoy lamentablemente no podemos decir lo mismo”. En este contexto, los gobiernos autocráticos utilizan la movilización social para llegar y mantenerse en el poder, violando así todos los valores democráticos, tales como la justicia, la libertad y la verdad.
Constanza Mazzina, coordinadora académica de DemoAmlat, dedicó su exposición a precisar el concepto de democracia. Hay tres elementos fundamentales que definen a una democracia, el primero de ellos son elecciones libres periódicas, competitivas y transparentes, en palabras de Mazzina la democracia debe ser “un juego competitivo en el que se puede perder”. El segundo elemento es la rendición de cuentas ante los otros poderes y los ciudadanos, porque la democracia “supone el ejercicio de un poder limitado y responsable”. Por último, debe existir un reconocimiento y respeto de las libertades, incluyendo la libertad de prensa, expresión y opinión. Todas estas características que hacen a una democracia la diferencian de una autocracia, y eso es, lamentablemente, lo que se está viviendo en muchos países de América Latina.
Olga Valle, directora de Urnas Abiertas de Nicaragua, dedicó su presentación a analizar las elecciones municipales de este año, y a su vez, contar cómo es que llegaron al estado de dictadura que viven ahora en el país. Leandro Querido, director ejecutivo de Transparencia Electoral, comenzó su exposición haciendo referencia a los modelos concretos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, que nos llevan a concluir que estamos en “una suerte de recesión democrática”. Por su parte, el Dr. Santiago Leiras analizó qué es lo que está sucediendo a nivel electoral en la región. De ganar Lula da Silva las elecciones en Brasil, las cinco principales economías de la región estarán en manos de facciones o partidos de izquierda, a eso se le suman los casos crónicos como Cuba y Venezuela.
Sabrina Ajmechet, diputada nacional de Argentina, fue quien cerró este encuentro. Su exposición comenzó aludiendo a la decisión del subsecretario para asuntos de América Latina de la Cancillería Argentina de plantear que Nicaragua, Cuba y Venezuela son democracias y que tienen que participar en igualdad de condiciones que el resto de los paises de América Latina. Lo que esto demuestra es que “estamos ante un retroceso… es de no creer que estemos discutiendo qué es una democracia y qué no es una democracia”.
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