La elección presidencial ha finalizado en los Estados Unidos. Sin embargo, quedan muchas más dudas que certezas. ¿Estará Joe Biden a la altura del desafío? ¿Será capaz Donald Trump de contribuir a una transición ordenada? ¿Podrá el moderado Biden contener al ala radical de los demócratas? Paso seguido ¿será capaz Kamala Harris de construir un puente entre ambas expresiones del partido o preferirá tener otro rol estratégico, buscando su lugar en un mediano plazo? En este difícil escenario, el desafío creciente de China ya es parte del presente. China es una amenaza pero también una oportunidad para articular una agenda bipartidista ante al «momento Sputnik» que enfrentan los Estados Unidos y gran parte de occidente.